Recuperadores de calor: Qué son, cómo funcionan y cómo nos permiten ahorrar
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Recuperadores de calor: Qué son, cómo funcionan y cómo nos permiten ahorrar

A lo largo de la historia, siempre hemos buscado lograr un equilibrio térmico. Nuestros antepasados, por ejemplo, construían viviendas de piedra para aprovechar sus propiedades aislantes, creando ambientes agradables en invierno y frescos en verano. De estas prácticas, surgieron conceptos que influenciaron los estándares de demanda energética del siglo pasado, orientados a mantener temperaturas agradables.

El concepto de los recuperadores de calor se basa en esta misma idea: aprovechar las propiedades térmicas, en este caso de los flujos de aire, para mantener temperaturas adecuadas sin perder energía.

Así, los recuperadores de calor son sistemas de ventilación que no solo permiten renovar el aire en los edificios, sino que, en el mismo proceso, también lo atemperan. Esto contribuye al ahorro energético, porque se reduce la dependencia de los sistemas de calefacción y refrigeración. Los recuperadores, por lo tanto, son eficaces para lograr tanto la eficiencia energética como una óptima calidad del aire en los espacios interiores. SODECA ofrece modelos adaptados a diferentes necesidades, como el AIRHOME, diseñado específicamente para viviendas, y modelos más robustos para edificios terciarios de mayor tamaño y afluencia, como los RECUP/EC-BSRECUP/EC-H.

recuperadores de calor

El funcionamiento de estos equipos se basa en el intercambio de calor. Es decir, aprovechan la temperatura, y a veces también la humedad del aire viciado que se expulsa para trasladarlo al aire fresco que se aporta del exterior. A este proceso de aprovechar el calor y la humedad existentes durante la ventilación se le denomina intercambio de energía.

El elemento clave para poder llevar a cabo este procedimiento se llama intercambiador de calor. Se encuentra dentro del recuperador y puede estar fabricado con diferentes materiales que permiten completar este intercambio de energía. 

recuperación de calor

Por un lado, los intercambiadores sensibles están fabricados principalmente en aluminio (se comporta muy bien frente a la temperatura), y permiten almacenar la energía, tanto el frío como el calor, en las placas. Este tipo de intercambiador, sin embargo, no recupera la humedad del aire.

De este modo, en entornos donde se quieren aprovechar las diferencias de humedad entre el interior y el exterior con tal de mantener un ambiente agradable, es preferible utilizar los intercambiadores entálpicos, normalmente fabricados en celulosas capaces de almacenar tanto la energía como la humedad en sus placas o pliegues. 

Al modo de intercambio, sensible o entálpico, le debemos añadir la forma del intercambiador, es decir, como los dos flujos de aire circulan por el componente. Existen tres tipos de intercambiador de calor: los de flujos cruzados, donde los flujos de aportación y extracción se cruzan a 90 grados, sin fugas y económicos; los de flujos a contraflujo, que permiten una mayor transferencia de calor y humedad, alcanzando una eficiencia de hasta el 90%; y los rotativos, basados en una rueda con microconductos que intercambia calor a través de su giro, adecuados para grandes caudales, aunque pueden tener fugas entre los circuitos. SODECA cuenta con varios modelos con placas a contraflujo, los de mayor eficiencia térmica, tanto para viviendas, como el AIRHOME, como para edificios terciarios de gran aforo.

Ahora bien, hay algunas ocasiones concretas donde puede ser más provechoso no realizar ningún intercambio de temperaturas, por lo que los recuperadores de calor de SODECA también incorporan un by-pass térmico.

El by-pass es un dispositivo que desvía el caudal de aire y evita que pase a través del recuperador de calor y el intercambio térmico de la unidad.Este componente, por ejemplo, permite enfriar el local rápidamente cuando la temperatura interior es demasiado alta y la exterior es más adecuada a la necesidad. 

La instalación de sistemas de ventilación que incorporen recuperación de calor es obligatoria según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) cuando se supera un caudal de extracción mecánica de 1,008 m³/h. En este sentido, es útil tener en cuenta que los Certificados de Ahorro Energético (CAE) contribuyen a reducir significativamente el coste de implementación. Estos certificados, que se obtienen más fácilmente a través del Catálogo de Fichas Estandarizadas de Eficiencia Energética, permiten que la instalación de sistemas de ventilación de doble flujo con recuperación de calor sea más accesible económicamente al simplificar la verificación del ahorro energético. En este artículo, se detalla en qué consisten y cómo obtenerlos.